Ideas y razones para celebrar una boda de invierno
Fotografias Alvaro Sancha
El sí quiero no es algo exclusivo ni del buen tiempo ni del verano, como bien saben las parejas que han celebrado una boda de invierno. Y aunque cualquier época para casarse es buena, cuando se celebra una boda invernal, alejada de la temporada alta y del calor, el resultado es una celebración diferente y que entusiasma tanto a novios como a invitados. Porque la calidez que se crea en el ambiente invernal no es comparable a la de otras bodas.
Hay quien solo quiere casarse en verano para hacer una celebración al aire libre y porque esta estación se asocia al buen tiempo. Pero hay veces que en esta época del año el calor puede llegar a ser asfixiante en algunos lugares. O pueden aparecer las típicas tormentas de verano que descargan con fuerza. Incluso hasta pueden caer granizadas. Si queréis evitar estas posibles complicaciones, o simplemente preferís hacer una boda distinta, ¿por qué no optar por una boda de invierno?
Ideas para una boda de invierno
¿Os imagináis casaros al aire libre al pie de una montaña nevada? ¿O en una playa vacía bajo el sol del invierno? Y si luego optáis por celebrarlo en una finca, muchas tienen invernaderos acristalados con vistas a bonitos jardines para celebrar bodas en esta época del año. También podéis hacer un cóctel exterior para entrar en calor bajo el sol de invierno y luego seguir celebrando en el invernadero, por ejemplo.
Y aunque sea invierno no tiene por qué hacer frío, en especial en algunas zonas. Sobre todo hasta que no empieza a atardecer. También podéis organizar vuestra boda huyendo el invierno en algún otro lugar más templado. Aunque una de las consecuencias del cambio climático en el sector de las bodas es que se ha abierto el rango de fechas. Ahora es posible casarse en octubre, y hasta en diciembre o febrero con un clima agradable. Y eso permite que el calendario de bodas ofrezca más posibilidades que los tradicionales meses de verano.
Pero si hiciese frío y queréis que una parte de la celebración sea en el exterior, un jardín, por ejemplo, siempre podéis colocar alguna estufa de refuerzo. Y si hace mucho frío, ¿hay alguna sensación más agradable que entrar a un lugar calentado con una chimenea de leña? Además, cuando esto ocurre, en el ambiente se respira un aroma de calidez que contrasta con la temperatura exterior creando una sensación de refugio que agrada a muchísima gente. Sensación que ayuda a crear también la decoración propia de la estación a base de hojas secas, troncos, piñas o cualquier cosa que se os ocurra.
Pero al final, lo hagáis como lo hagáis, pensad que lo que hace irrepetible una boda es una pareja. Es decir, vosotros. Haga frío o calor.
Fotografía Pedro Mon
¿Hay algo más bonito que la luz de invierno? Cuando el sol brilla en esta estación, la luz que desprende es muy especial y la belleza del entorno luce más que nunca. Y eso se notará en la sesión de fotografías.
Me gusta usar la calidez que desprende el recién estrenado amor de las parejas, ya de manera oficial y contrastarlo con el frío del ambiente o con la fragilidad de un árbol sin hojas. O si no captar la energía y fuerza que tenéis como pareja y compararla con la de unas imponentes montañas nevadas. Al final, el resultado de una sesión de boda de invierno siempre es único.
Pero es cierto que cualquier época es buena para casarse. Porque una boda es una boda. Y el sí quiero se pronuncia igual en todas las estaciones. Y eso es lo que más importa. Pero también que hagáis una boda a vuestra medida. Y si queréis algo diferente, una buena idea es hacerla en invierno. Porque en los días de más frío, ¿qué mejor que buscar el calor en vuestro recién estrenado amor y celebrar una bonita boda de invierno?