UN MONASTERIO DEL SIGLO XV Y UNA BODA DE DESTINO EN VALLADOLID
A tan solo 30 kilómetros de Valladolid se encuentra uno de esos lugares donde el tiempo parece haberse detenido: un antiguo monasterio del siglo XV restaurado con maestría por el arquitecto Rafael Moneo. Un lugar perfecto para celebrar una boda minimal en Valladolid. Allí comenzó esta historia, enmarcada por claustros de piedra, paredes con historia y una luz que lo envolvía todo.
Jeremy se vistió rodeado de su familia, venida desde Canadá para celebrar este gran día. Un ambiente de boda de destino en Valladolid lleno de emoción contenida, abrazos largos y miradas que decían más que las palabras. Su energía tranquila y su elegancia natural daban el tono perfecto al inicio del día.
LA NOVIA: DISEÑO, ESTILO Y BELLEZA NATURAL
Silvia, de Valladolid pero residente en Barcelona, brillaba con luz propia desde el primer instante. Su vestido, firmado por la diseñadora de vestidos de novias Gina Madí, era una auténtica obra de arte: un conjunto de piezas que permitía dos looks distintos para ceremonia y fiesta. El protagonista: un corpiño de seda salvaje con cuello halter drapeado, acompañado primero por una falda larga de gasa y más tarde por una versión corta, con maxi volante y corte delantero. Todo en un delicado blanco marfil que unificaba texturas con una armonía sutil y elegante.
Completó su look con una pamela de paja de la firma Eliurpi y joyas de Pia Barcelona. El broche final lo puso su ramo de campanas de Irlanda, tan delicado como único. Se vistió en el hotel Castilla Termal de Olmedo, donde la luz cálida que entraba por las ventanas convertía cada instante en una fotografía natural, sincera y elegante.
CEREMONIA: EMOCIÓN Y BELLEZA NATURAL
La ceremonia tuvo lugar en un espacio que no necesitaba adornos excesivos. La propia belleza del entorno, envuelto en una decoración natural y cuidada, creaba una atmósfera casi mágica. Silvia llegó en un coche clásico, rodeada de emoción. Lágrimas de felicidad, miradas cómplices y abrazos largos fueron los ingredientes de una ceremonia profundamente emotiva.
Amigos y familiares venidos de distintas partes del mundo fueron parte activa y emocional del «sí quiero» de Silvia y Jeremy. Un momento irrepetible, vivido con el corazón abierto.
CÓCTEL: ENTRE RISAS, MÚSICA Y LUZ DE TARDE
Con la emoción de la ceremonia aún muy presente, el cóctel fue la oportunidad perfecta para relajarse, brindar y reencontrarse. Con ganas de celebrar, los invitados se entregaron a los sabores de un cóctel delicioso y al ritmo de una banda de rock que animó el ambiente desde el primer acorde.
Antes de pasar al banquete, aprovechamos unos minutos para escaparnos y realizar un pequeño reportaje de boda natural, íntimo y elegante. Un paréntesis de calma, solo para ellos dos.
BANQUETE: ENTRE FLORES, DISCUSOS Y ABRAZOS
El banquete se celebró en el antiguo claustro del monasterio, un espacio que combinaba historia y emoción. La decoración floral aportaba el toque justo para transformar el lugar en algo aún más especial.
Los discursos no se hicieron esperar: palabras llenas de historia, recuerdos compartidos y mensajes que emocionaban de verdad. Cada brindis, cada risa, cada lágrima, sumaba a una noche que sería difícil de olvidar.
REPORTAJE AL ATARDECER: UNA LUZ DULCE Y SENCILLA
Después del banquete, mientras los invitados se preparaban para la gran fiesta, nos escapamos una vez más. Con la calma de la tarde y la luz dorada cayendo suave sobre el entorno, hicimos una breve sesión de fotos que hablaba de ellos: natural, sencilla y con esa complicidad que solo tienen las parejas que se quieren de verdad.
FIESTA: EL MOMENTO DE ROMPER EL SUELO
La entrada a la fiesta fue explosiva. Silvia y Jeremy entraron con una energía desbordante, contagiando a todos los invitados. Había muchas ganas de bailar, de celebrar sin filtros, de vivir una de esas fiestas de boda donde todo el mundo recuerda haberlo dado todo.
Y así fue. Bailaron hasta que no quedaron fuerzas, y cuando parecía que no podía mejorar… volvía a subir la energía. Un fiestón con todas las letras.
Para los fotógrafos de boda en España, vivir una boda de destino en Valladolid como la boda de Silvia & Jeremy siempre es un gustazo. Documentar bodas con un estilo natural que reúnen a familias de distintas partes del mundo es una de las cosas más bonitas que me regala este trabajo. Gracias por dejarme entrar en vuestra historia.
Proveedores
Venue – Finca la Mejorada
Vestido de Novia – Gina Madí
Pamela – Eliurpi
Joyas – Pia Barcelona
Catering – Castilla Termal